Sistema excretor (animales)

La excreción es la expulsión al exterior de los productos de desecho, que son el CO2, el H2O y el NH3, el amoniaco, o de alguno de sus derivados, como son la urea y el ácido úrico.

Estos productos derivan de la respiración celular. El CO2 y el H2O van al aparato circulatorio, luego al respiratorio y por último al exterior. Los compuestos de nitrógeno, por el contrario, son tóxicos y por ello son eliminados del aparato circulatorio por filtración de la sangre y se expulsan al exterior. Esto lo realiza el aparato excretor. Los animales acuáticos excretan el nitrógano en forma de NH3 a través de las branquias, pero los animales terrestres, para no preder líquido, lo excretan en una disolución muy concentrada, la orina, y en forma de urea o ácido úrico, que no son tan venenosos.

Los aparatos excretores constan siempre de una zona donde se filtran los productos de excreción y de un largo tubo donde dichos productos se concentran, debido a la readsorción del agua en la que van disueltos. Los nefridios de los anélidos, las glándulas antenales de los crustáceos, las glándulas coxales de los miriápodos, los tubos de Malpighi de los insectos y los riñones de los vertebrados son algunos de los diversos tipos de aparatos excretores que tienen los diversos tipos de metazoos.